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EL GRAN LIBRO DE SAN CIPRIANO con interpretación de los sueños SEGUIDO DEL DE SIMÓN EL MAGO.
EL TESORO DEL HECHICERO.
- Conocimientos e instrumentos necesarios para ejercer las artes mágicas.
- Ceremonial mágico y experimentos.
- Invocaciones, pactos y exorcismos.
- De los espíritus en general.
- Arte de evocar a los muertos.
- El Dragón rojo, la cabra infernal y la gallina negra.
- Hechizos y sortilegios.
- El libro de Simón el Mago.
- Talismanes.
- Propiedades mágicas y curativas de las plantas y de los animales.
- Diccionario de los sueños.
PRÓLOGO DEL DOCTOR MOORNE.
Parecerá extraño que a finales del siglo XX se den a la estampa obras como la presente y que su publicación produzca éxito y hasta que las ediciones se agoten.
Firmes, pues, en nuestro propósito y despreciando cuanto de nosotros puedan decir los profanos, los que nada saben de estas cosas, porque ni aún merecen saberlo, entrego a los editores esta nueva edición, por nosotros corregida y aumentada en la completa seguridad de que el lector hallará en ella toda la teoría y práctica necesaria para ejercer las artes mágicas.
Al libro de San Cipriano, le agrego el de Simón el Mago, que es, sin disputa alguna, uno de los mejores que en esta materia ha producido el intelecto humano.
Mal que les pese a esos sabios de doublé, volvemos, en este siglo XX, a tomar como punto de partida para el progreso, la época en que quedaron los magos de las edades pasadas; volvemos a reanudar sus trabajos de transmutación de los metales; a perseguir su oro potable; a preparar talismanes y amuletos; a recitar exorcismos, evocaciones y conjuros; a desenterrar grimorios, enchiridiones pantáculos; a iniciarnos en el saber, osar, querer y calar, para estudiarnos, para conocernos a nosotros mismos y a aquellos que nos rodean.
Para realizar este trabajo retrospectivo, tenemos dos evidencias, ambas suprasensibles; pero ambas también con el carácter de postulado. ¿Acaso se ignora, que la primera procede del orden físico y constituye la clave que ha de darnos la solución a todos los problemas materiales que nos preocupan y que la segunda, procedente del orden moral y que tiene, como la anterior, la cualidad de pentado, habrá de hacer lo propio en lo que se refiere a los fenómenos de orden psíquico?
El hecho de volver al estudio de la magia en todas sus manifestaciones, es porque aun cuando ofrezca algo de empírico, que al parecer la excluye del dominio que propiamente se denomina ciencia, analizándolo cuidadosamente se observa que todas las ciencias mágicas, ocultas o conjeturales, obedecen a reglas fijas, precisas, matemáticas, exactas, tanto como los fenómenos atmosféricos, como la rotación de los astros, como el flujo y reflujo de las mareas. Cada ser, como cada cosa, es un libro abierto que ofrece a nuestros ojos las páginas donde la naturaleza escrito los secretos de cada ser.
Y estos hechos, este género de estudios, que tanto asombran a los detractores del ocultismo, y que tan en cuidado les ponen, no constituyen una especie de atavismo o de retroacción, ni suponen en forma alguna un retroceso, sino algo así como una rectificación, como un conocimiento más completo, más exacto del camino que llevamos recorrido.
Solamente unos faltos de ideas y huecos en el corazón, se obstinan en seguir pensando a la antigua y en no ver que la juventud intelectual exenta de prejuicios, trabaja silenciosamente en su fragua, sin renunciar a ninguna esperanza, sin perder una sola ilusión, a fin de forjar la piqueta con que habremos de echar abajo la Bastilla en que una sociedad individualista, egoísta y rancia tiene encarceladas a la verdad y a la justicia.